sábado, 26 de junio de 2010

0:05


Amandda's Story: #278

Nunca lo respondió, y de bronca escribí una nota en Facebook:
"No te importo, buenisimo. Me odias, bárbaro. No queres ver ni mi sombra, bien por vos. Ah, si, cierto, te faltó una cosa: demostrarlo.
No querés que hable de vos, buenísimo. No queres que le llene la cabeza a tus amigos (porque supuestamente eso soy, un alma insensible y nefasta que nació para llenarle la cabeza al mundo), bárbaro. No queres que te dedique notas, poemas o estados en Facebook, bien por vos. Ah, si, claro, se te olvidó un detalle: dejá de hacerlo vos primero.
Genial que quieras hacer tu vida, ¿pero es necesario rebajarte a un nivel que hasta VOS desconocías?, un tanto patético, quizas.
Te jode que te digan las cosas como son, entonces la culpa la voy a tener siempre YO, para que vos puedas escaparte tranquilamente de cada obstáculo que se te presenta en el camino.
Me sorprende lo insensato, inmaduro, egoísta (entre otros adjetivos) que resultaste ser.
Siquiera tuviste la CARA para decirme las cosas de frente cuando tuviste la oportunidad; antes de eso preferiste ocultarte detrás de un monitor, enfermiso lo tuyo.
Tenes la "grandeza" suficiente como para hacerte el langa, el ganador, el que la tiene RE clara. ¿Sabes qué? te doy una noticia: NO LO SOS. Te aplauden como un rey y no sos más que un bufón.
Uh, si, sos taaan malvado para venir a ESCRIBIRME que me odias, que no soy nada para vos, que no te importo y que nunca me vas a creer. Bárbaro por vos, pero si te fijaras un poco en lo que haces (tal y como te lo recomendé antes que me mandaras BIEN a la mierda) te darías cuenta de que al mismo tiempo que decís "no me importas" y "para mi no existís" en tu Facebook, estás haciendo mensión a mi, queridísimo, por ende SI te importo y SI existo para vos; sí, seré una infiltrada o lo que quieras, y sabela que como vos te enterás de alguna u otra forma lo que yo hablo de vos, yo tambien me entero lo que decis y escribis a cerca de mi.
Te haces el superado, pero hasta vos mismo sabes que sólo es cuestión de tiempo.
Entonces me ignorás, no me hablas, no me ves, NO NADA. ¿Y sabes que me hace feliz? no importa lo que hagas, pensas en mi"
.
Sus amigos le decían que estaba diferente, que no era el mismo Thomas y que no les gustaba para nada. Y él, como no quería hacerse cargo, lo más facil era hecharme la culpa a MI de que YO les estaba llenando la cabeza con tonterías a los demás. Evidentemente, como siempre, me hechaba la basura enterita a mi para que YO la limpie. Pero no. NO MAS.
Era veinticuatro de abril, una fecha no muy agradable en mi para recordar ya que se hacía un año que habia fallecido mi abuela; las cosas entre nosotros habían comenzado a deteriorarse nuevamente, como ya sabían. No obstante, decidí que me haría bien ir a casa de Lucrecia, en donde nos juntaríamos aquella noche, necesitaba distracción.
¿Para qué?, verlo fue... incómodo, sí, bastante incómodo y vergonzoso. No nos mirábamos a los ojos, no nos dirijíamos la palabra ¿lo más triste? por una estupidez. Lo que sé es que fue una noche terrible, interminable y sufrible con todas las letras.
Lo traté mal, me devolvió el favor; así toda la noche. Nos tratábamos como si NADIE tuviera sentimientos, como si a nadie le importara el otro.
Teníamos ira. Al parecer, teníamos pensamientos muy diferentes, pero lo que aquellas formas de pensar tenían en común era que ambas estaban equivocadas.
Él me creía una traidora, mentirosa y embrollera. Yo lo creía un insensible, un imbecil y un ignorante. Sí, nadie tenía razón, era un juego que ambos ibamos a perder, en el cual nadie ganaba.
Nos habremos dirijido la palabra unas cuatro o cinco veces, pero cuando lo hacíamos era de mala gana. Es mas, en un momento tuve una actitud extremadamente estúpida: Thomas estaba sirviendo bebida a todos y cuando me iba a servir a mi corrí el vaso y estirando la mano para tomar la botella le dije 'Yo me se servir'. ¿Qué clase de Amandda fue aquella? ¿A quien queria engañar con mi enojo finjido?. Yo estaba mal, muy mal por dentro, y creo que dibujaba bronca en mi rostro para que él me tema, para demostrarle que "era fuerte" o por el simple deseo de que con eso se de cuenta de que "me estaba perdiendo" (porque aun asi nunca me perderia) y reaccionara, e hiciera algo al respecto.
Y así pasó. ¿Quién diría que no volvería a verlo?. Faltaba poco para que se hiciera un mes que no sabía nada de él, y se veía a simple vista que nada es como antes. Me había peleado con Lucrecia y Michelle, sentía que ellas no me daban el apoyo que yo realmente necesitaba; a Luis se le había roto la computadora y dejé de verlo, por ende tampoco hablaba con él. Con Lucrecia y Michelle en un momento habiamos arreglado las cosas, pero habían quedado secuelas ya que ellas no me contaban las cosas que ellas hablaban con Thomas y me hacía desconfiar mucho de ellas. Eso quedaría doliendo durante toda la vida.
Thomas me había borrado del Facebook, yo lo borré del menssengger (pero no lo bloquié) solo para asegurarme de que no iba a ser YO quien aflojara (si alguien debia hacerlo).
Dejé de hablar de él, no volví a nombrarlo, lo que empeoraba aun mas las cosas con las chicas porque no teníamos tema de conversación, y ellas en vez de sacarme un nuevo tema de conversación preferían no dirigirme la palabra. Me pasaba los días en la escuela sentada en mi pupitre, callada, sin conversar con nadie. No volví a cantar, mis poemas no rimaban, no podía dibujar, desaprobaba todas las evaluaciones.
Estaba vacía, fría, ya no era la misma Amandda de hace un mes. No me importaba nada, me peleaba con mis amigos, discutía con mis padres, mis calificaciones habían bajado notablemente y lloraba amenos una vez al día. Sentía enojo, soledad y tristeza, toda una mezcla de pensamientos negativos rondaban dentro de mi.
Sí, quizas algo me faltaba, quizas era él quien me faltaba, o simplemente extrañaba aquella emoción que él lograba darle a mis días.
Y aquella noche fue la ultima vez que lo vi. Sólo nos tomó un segundo en decirle "adiós" a tres maravillosos años.
Estaba bien hasta las 0:05, hasta que él se fue por la puerta, y fuera de mi vida también.

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