sábado, 26 de junio de 2010

16 de Febrero del 2008

Amandda's Story: #106
Resulta que ese día nos levantamos a la mañana con mi familia, y vimos que el cielo estaba completaente azul, y que hacía alrededor de 30°. En días como aquellos solíamos ir a un club donde hay una bellísima pileta al aire libre, a disfrutar la tarde. A mi me hubiese gustado mucho ir, pero estaba un poco rresfriada, y no quería enfermarme mas, ya que aquellas aguas eran muy frías, entonces decidí quedarme en casa. Un rato despues de que mis padre y mi hermana se fueran de la casa, Thomas me manda un mensaje para vernos, para salir un rato, y eso hicimos. Estuvimos un buen rato en la plaza, luego salimos a caminar, pero el calor era realmente insoportable, entonces decidimos ir a casa y quedarnos bajo el aire acondicionado. En mi casa no habría nadie hasta las 20hs, asi que estaríamos solos toda la tarde, pense. Estábamos en la cocina, charlando, tomando algo fresco, pasando el tiempo; en eso Thomas se me acerca, me toma de la cintura y comienza a besarme. Estuvimos al rededor de 30 minutos besandonos en la cocina, y yo podía sentir como las maripozas revoloteaban cada vez mas fuerte en mi panza. Repentinamente él despega sus labios de los mios y me dice: "Creo que estaríamos mas comodos en tu cuarto".
"Disculpa?"; "Que creo que estaríamos mas comodos en tu cuarto". Mi cara se puso roja y pálida a la vez, no sabía que responder. ¿Qué pasaría si fueramos a nuestro cuarto? no debía pasar nada! Yo tan solo tenía 14 años, él en marzo cumpliría 13... me insistió, me insistió, hasta que fuimos a mi cuarto. Le mostré mis dibujos, mis pertenencias, cartas que él me había escrito cuando fuimos novios la 1ra vez... no sabía ya que mas inventar para evitar que pasaran cosas indeseables. Luego me senté en mi cama creo que a revisar un mensaje de texto de mi hermana, quien me avisaría cuando esten por llegar. Cuando quise reaccionar, miré hacia mi costado, y ahi estaba Thomas, sentado a mi lado, con us labios rozando los mios, y mirándome de una manera que jamás había experimentado. Cada vez se me acercaba mas, yo no sabía que hacer, por un lado quería salir corriendo y dejarlo encerrdo en mi cuarto para que nada extraño pasara, pero por otro lado quería besarlo como nunca antes lo había hecho. Cuando temriné de pensar todo lo que quería hacer, no pude reaccionar, y sus labios ya estaban besandome tan apasionadamente que no pude contenerme. Me toma de los brazos y me empuja hasta dejarme acostada, sin parar de besarme. Apoya su pecho contra el mio, pero sus piernas gracias al cielo estaban hacia un costado. Me tomaba tan fuerte de los brazos que no me daba ni siquiera una chance de poder escaparme, pero mis ganas de quedarme ahi con él eran las que menos me dejaban irme.
Seguíamos besandonos, mi corazón se aceleraba a cada segundo, y podía sentir como su corazón estaba a punto de salirse de su lugar, el pecho le saltaba como a mil pulsaciones por segundo, su cara estaba totalmente roja, no se si por verguenza, o por los 30° que hacía aquel día. Creo que ambas. Luego, sin despegar sus labios, siento que se levanta, y se acomoda completamente ensima mio, y yo en ese momento sinceramente no sabía que hacer. Luego se recostó a mi lado, abrazándome muy tiernamente, me besaba la espalda y mis mejillas, me decía que me quería mucho, y de vez en cuando largaba una que otra risita sin explicacion. Luego se ponía a jugar con el bretel de mi vestido, yo le hechaba una mirada y me decia "quedate tranquila, soy un caballero, y conozco mis limites". Confiaba en su palabra, pero nadie sabe lo que podía ocacionar un poco de descontrol en su mente. Luego comenzó a besarme el cuello, y mi corazón comenzpo a latir muy fuerte, sin hablar de las mariposas de mi panza! . Ya era hora de que Thomas se marchara a su casa, lo acompañe unas cuadras, nos despedimos con un dulce beso, y prometimos que no sería la ultima vez que esto sucediera.

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