sábado, 26 de junio de 2010

¿Otra vez?

Amandda's Story: #240
Era martes. Estabamos todos en la esquina. Thomas cada dos por tres intentaba besarme, me tiraba al piso y me abrazaba fuerte para que no me escapara; yo lo esquivaba, pero era inevitable, me moría de ganas. Despues era la hora del taller de matematica y yo no entré, me quedé con Thomas en la esquina sabiendo que NO debía. Thomas y yo nos quedamos solos en la esquina platicando. Él estaba sentado al lado mio, ambos tapados con mi campera por que hacia frio. Yo miraba hacia el lado opuesto de donde estaba el, entonces él me toma suavemente de la mejilla, me gira la cara para su lado y se me queda mirando. Estabamos muy cerca. Cuando quise darme cuenta me estaba besando. No pude parar, sentía esas cosquillas adictas en el estomago, pensaba 'no, Ammy, no..' pero no podia parar. Luego dejamos de besarnos, y fue cuestion de segundos que me puse a llorar. Thomas no entendia nada, enseguida saltó a pedirme perdon, pero nisiquiera sabia por qué lo hacia. Pero no era su culpa, yo pude haberlo evitado. Me senti mal conmigo misma, me desepcioné, no pude cumplir con un maldito objetivo. Despues estuvimos hablando y le pregunté por que lo hizo, y me dijo que porque el ultimo beso que nos dimos habia sido al rededor de abril, hace mucho, y el no sabia que seria el ultimo, es por eso que queria darme un ultimo beso, como para despedirse, porque sabe que lo nuestro no iba a ser posible, amenos en mucho tiempo. Le dije que estaba segur de que no sería el último beso... SABIAMOS que no ibamos a poder que sea el ultimo.

Amandda's Story: #241

4 de Septiembre:
"Era un lugar maravilloso, algo cercano al paraíso. Los colores de la naturaleza nunca tuvieron tenido tanta vida. Yo, bajo un árbol, estaba recostada entre los pastizales. Entonces, a lo lejos, Thomas se acerca y se acuesta a mi lado. Ambos buscábamos formas entre las nubes, todas tenían forma de corazón para mi. Entonces me mira, yo lo miro y me sonríe. '¿Qué sucede?'. Se me acerca a tal punto en el cual podía sentir su respiración. 'No puedo besarte, prometí no hacerlo' me dijo mirandome a los ojos, su mirada se veía triste ahora. Yo observé su mirada, podía escuchar los latidos de su corazón. Un silencio se apoderó de todo, entonces mis labios hablaron. 'Tú no puedes besarme, pues prometiste que no lo harías... pero no nunca prometí nada'. Su mirada se clavó en mi, mis labios buscaban refujio en los suyos. Lo besé, lo besé como aquel Martes 18 de Agosto... nuestros labios habían estado, desde aquel día, haciendo lo posible para no besarse. Lo habíamos logrado, pero en aquella unión se rompió una promesa".
Desperté. Mi corazón latía, quería salir corriendo. En mi boca, una sonrisa, en mis ojos un brillo lleno de vida, en mi mente... Thomas.
Ya habían pasado muchos dias. Thomas y yo habiamos evitado la situacion de besarnos nuevamente. Se había hecho realmente dificil, no era sencillo evitar aquella tentación.
Pasamos mas de un mes evitando aquella situación, pero las cosas no podían durar mas, era un hecho obvio.
Del 4 de Septiembre pasamos al 21 de Septiembre…
Aquel mes se había convertido en una tortura. Salíamos muchisimo en grupo, lo que implicaba ver a Thomas en cada una de aquellas salidas. Nos manteníamos muy cerca, siempre, nos abrazabamos, haiamos caricias… pero nuestros labios nunca tuvieron contacto.
Era 21 de Septiembre. Nos juntamos Lucre, Luis, Michelle, Dafne, Thomas y yo en la famosa “plaza escondida” para celebrar juntos la llegada de la primavera. Era una tarde maravillosa, el cielo estaba perfecto, las flores perfumaban el aire… la mejor bienvenida a la hermosa primavera. Ibamos caminando hacia la plaza y podiamos ver como el amor se paseaba por el aire. Muchisimas parejitas tomadas de la mano, mujeres con flores, rosas, jazmines… de inmediato supe que la primavera trajo al amor de visita, como cada año.
Estabamos en la plaza, sentados sobre una manta mientras comiamos algunas cosas. Thomas se recostó en mis piernas y puse mis manos sobre su pecho. Era indescriptible sentir cómo latia su corazón… latía rapido, pero tranquilo a la vez, como si se sintiera seguro pero felíz. Su perfume puedo recordarlo como si estuviese oliéndolo en este preciso instante… era feliz.
Pasamos la tarde en la plaza, jugando a las cartas, contando los ultimos chismes, sacandonos fotos… y así calló el sol en el atardecer.
Thomas y yo decidimos recostarnos en la manta; Michelle y Dafne ya se habían ido a sus casas; Luis y Lucre estaban al lado nuestro jugando a las cartas. Con Thomas comenzamos a tomarnos fotos. Nuestras sonrisas eran diferentes, mostraban felicidad de verdad. Luego dejamos de tomarnos fotos y cerramos los ojos, recostandonos nuevamente uno al lado del otro, muy juntos. Entonces abrí mis ojos y él los tenía cerrados, pero no tardó en abrirlos y clavar su mirada en la mia por un largo rato. Lo que le siguió a la situación me sonaba extrañamente familiar…
'¿Qué pasa?'. Se me acerca a tal punto en el cual podía sentir su respiración. 'No te puedo besar, me hice una promesa…' dijo mirandome a los ojos, su mirada ya no era la misma llena de alegría de antes. Observé su mirada, podía escuchar los latidos de su corazón, estaba nervioso, y triste a la vez. Un silencio se apoderó de todo, el viento sonaba entre las hojas de los arboles. Entonces mis labios hablaron. 'Vos no me podes besar porque hiciste una promesa, dijiste que no me ibas a besar... pero yo nunca prometí nada'. Su mirada se clavó en mi, mis labios buscaban refujio en los suyos. Lo besé, lo besé como aquel Martes 18 de Agosto... nuestros labios habían estado, desde aquel día, haciendo lo posible para no besarse. Lo habíamos logrado, pero en aquella unión se rompió una promesa.
Igual a aquel sueño, de ahí me parecía familiar, a diferencia de que esta vez nada había sido un sueño, había sido tan real como mi amor por él que crecía día a día.

Amandda's Story: #242

Luego de aquella tarde las cosas continuaron de la misma manera, seguíamos tratando de evitar el contacto de nuestros labios, no queríamos volverlo una adicción porque si no las cosas comenzarian a complicarse.
Pasó un mes, esquivando algún que otro beso, pero cada día que pasaba podíamos evitarlo menos. Era terrible mirarnos y darnos cuenta de que parecíamos novios... dama muchisimo miedo, ya que sabiamos que como novios no funcionariamos.
El 22 de Octubre fue mi cumpleaños número diesiseis, aunque, sinceramente, no quería llegar a aquella fecha. Todos adoran su cumpleaños, pero cumplir diesiseis años se convertiría una GRAN responsabilidad. Ho9y en dia oigo que muchisimas chicas, con novio o pareja, suelen perder su virginidad a esa edad. De mas está decir que Thomas quería que ello pasara, pero respetaba mi desición de NO hacerlo, por suerte. Mi desición seguía manteniéndola pero... ¿cuánto duraria eso?. Quizas al cumplir diesiseis años me ataque un conjunto de hormonas que comienzen a atacar mis sentidos, hasta hacerme perder la cordura dejandome llevar por "la calentura" como muchos dirían. ESE era mi temor. Aunque por suerte tenía bien claro que NO quería que pasara, amenos por el momento.
El 24 de Octubre festejé mi cumpleños con mis amigos mas cercanos. Yo estaba en mi casa esperando a los invitados, y en eso suena el timbre; eran Lucre, Michelle, Luis y... alguien se ocultaba detrás de todos.
Cuando abro la puerta se abren dejando ver a Thomas en el medio. Llevaba una camisa beige con lineas muy finas de color rojo oscuro, uno de mis jeans favoritos que el tiene, y lo mejor... un ramo enorme de flores que habían comprado entre los cuatro, pero verlo a Thomas con el ram entre sus manos me hacia imaginar que era mi príncipe azul. No pude evitar abalanzarme sobre él, abrazarlo y besarlo con todas mis ganas.
El resto de la noche fue maravllosa, Thomas me abrazaba constantemente, me sonreía y me besaba en cada oportunidad. En un momento él estaba sentado en un banquito y yo recostada apoyada en sus piernas; Thomas tomó su celular, y me puso un auricular en uno de mis oidos, y dejó sonar la canción 'Fly with me' de los Jonas Brothers, una de mis canciones favoritas, mientras me miraba dulcemente a los ojos y me sonreía. Aquella noche fue maravillosa, pasé un rato hermosisimo con Thomas y con todos mis seres queridos. Lo único que me preocupaba era que Thomas y yo actuabamos, indudablemente, como novios, pero NO lo eramos... no sabía hasta dónde llegaría todo esto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario